Tudor escribe nuevos capítulos en su historia, el primero es lograr una ruptura del cordón umbilical que lo ataba a su hermana mayor: Rolex, con una buena calidad y un aire fresco decidió conquistar a un público exigente y con espíritu sofisticado. En segundo lugar y de vital importancia es tener sus propios calibres, ayuda a ver a la marca con otros ojos y bajo otro criterio.
No se olvida de la genética de alto rendimiento y calidad. El nuevo Heritage Black Bay Black cuenta con un movimiento mecánico fabricado por Tudor (MT5602, el MT se refiere a Mouvement Tudor), cuenta con la certificaciónCOSC. En su esencia, es una herramienta para el submarinismo, hecho con acero negro con una caja de 41 mm. Acabada con un recubrimiento en negro tratado con PVD (Physical Vapour Deposition). La técnica de deposición física en fase de vapor (PVD) proviene directamente de la tecnología de lámina delgada desarrollada originalmente por la NASA para sus programas espaciales y permite adherir a metales prácticamente cualquier material inorgánico.
Recordemos que un reloj de submarinismo debe poseer ciertas cualidades no negociables: discreto, funcional y fiable. El Heritage Black Bay Dark tiene personalidad inspirada en la historia de la marca. Sus líneas, su corona y el cristal y carátula abombada son herencia de los primeros relojes de esta temática de Tudor.
Si decides que este reloj es para ti, podrás elegir entre un brazalete de acero tratado con PVD o una correa de piel envejecida con cierre desplegable de acero también tratado con PVD en color negro, el Heritage Black Bay Dark se entrega con otra correa en tejido gris.