Cuando el arte pop se convierte en reloj sucede la magia que Piaget presenta a través de una edición limitada del reloj Andy Warhol “Collage”, un reloj que transforma cada segundo en una declaración estética, cada mirada en una experiencia sensorial y un guiño a esa cultura en donde Warhol se convierte en leyenda.
Esta pieza es sin duda un homenaje al eterno vínculo entre el arte y la relojería, Piaget revive su relación con Andy Warhol, icono del Pop Art, a través de una edición limitada a 50 piezas que celebra la creatividad sin fronteras y el lujo con alma.

Esta fascinación de Piaget por el arte no es nueva. Desde su fundación en 1874, la Maison suiza ha construido ese íntimo diálogo entre la alta relojería y las artes decorativas. Su visión está clara: convertir relojes en obras de arte que latan por si solas. No sorprende, entonces, que artistas, diseñadores y creadores de diferentes disciplinas hayan encontrado en Piaget una fuente de inspiración y un reflejo de su estilo.
Se sabe que Andy Warhol era un genio irreverente, y también un coleccionista de objetos hermosos como los relojes que logró una colección de más de 300 relojes, siete de ellos Piaget. Su preferido, una pieza en oro amarillo con caja en forma de cojín —la referencia 15102 de 1973—, se convirtió en un ícono del estilo setentero y en un símbolo del diálogo entre el tiempo y el arte.
Décadas después, Piaget y la Andy Warhol Foundation for the Visual Arts reactivaron ese lazo con una colaboración que celebra el espíritu visionario del artista y la maestría artesanal de la Maison. El resultado: una obra que combina el lenguaje visual del Pop Art con la elegancia atemporal de la relojería suiza.

Collage: el arte de reinventar el tiempo
El Andy Warhol “Collage” Edición Limitada es una reinterpretación contemporánea del histórico Piaget Black Tie, reinterpretado ahora bajo el prisma colorido y disruptivo de Warhol. Su caja escalonada de 45 mm, en oro amarillo de 18 quilates, rinde homenaje directo al reloj original que perteneció al artista. Pero esta vez, la historia se escribe con una paleta vibrante.
La carátula, creada con la ancestral técnica de la marquetería en piedras ornamentales, es una explosión de color y precisión. Sobre una base de ónix negro, cuatro piedras naturales —serpentina amarilla, ópalo rosa, crisoprasa verde y ónix profundo— se combinan en un mosaico abstracto inspirado en uno de los autorretratos polaroid de Warhol, fechado en 1986.

Cada fragmento fue cortado, pulido y ensamblado a mano en los talleres de la marca, donde la paciencia se convierte en arte y el color, en emoción.
La correa, de cuero verde intenso, añade profundidad a la composición, sin robar protagonismo a la esfera. En el reverso, un grabado del autorretrato de Warhol completa esta narrativa visual, acompañado de su firma y del logotipo de Piaget.
Si, es espectacular su estética, y también lo es su corazón de manufactura. Animado por el calibre automático 501P1, un movimiento delgado y elegante con 40 horas de reserva de marcha.

Decorado con Côtes de Genève circulares, el movimiento rinde tributo a la tradición suiza, pero con un guiño artístico: el rotor lleva grabado el rostro de Warhol, convirtiendo cada oscilación en un recordatorio de su legado.
Esta fusión entre arte y técnica es lo que distingue a Piaget. No se trata solo de fabricar relojes, sino de crear experiencias tangibles que unen la precisión del tiempo con la libertad creativa del arte. El Andy Warhol “Collage” no es un accesorio, sino una declaración: un reloj para quienes entienden que la estética también puede marcar la hora.

La inspiración detrás del color
Stéphanie Sivrière, directora artística de Piaget, encabezó un proceso de investigación que duró seis meses. Junto a su equipo, se sumergió en los archivos de la Warhol Foundation en Nueva York, explorando la obra y el universo visual del artista.
“Queríamos expresar a Warhol sin reproducirlo. Más sugerir que mostrar”, Stéphanie Sivrière.
El resultado es una interpretación sutil pero poderosa del color, uno de los pilares del arte pop. Warhol entendía que el color no solo impacta la vista, sino también las emociones, y Piaget tradujo ese concepto en la carátula del reloj. Así, el tiempo se convierte en una obra viva, cambiante, personal.
Este reloj es un recordatorio de que, como decía el propio Warhol, “la idea no es vivir para siempre, sino crear algo que sí lo haga”.
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