Sin duda, TAG Heuer tiene todo el derecho de reclamar un privilegiado lugar en el mundo de los deportes, su historia avala la precisión y el compromiso con la innovación en relojes de alta fiabilidad.
Desde 1869, marcó una nueva era con su patente de convertir un reloj de bolsillo que pudiera prescindir de una llave para dar cuerda y sustituirla por una corona. Hoy, existen relojes sin corona, pero sin titubeos, la marca suiza dio un giro de 360º a la industria relojera.
En 1882 se da la bienvenida a los cronógrafos de Heuer y es en 1887 cuando patenta el piñón oscilante, un mecanismo que acopla los engranajes del cronógrafo que aún se usa hoy en día. Trece años más tarde con bombo y platillo anuncia su caja hermética patentada. En 1914, TAG Heuer presenta los primeros cronógrafos de pulsera, dos años después con el Mikrograph y el Mikrosplit fue posible medir la centésima de segundo.
Podríamos seguir con la larga lista de logros de la casa relojera pero hoy me quiero enfocar en un reloj que es un pilar emblemático para la marca: el Aquaracer.
Mujer y hombre, ambos puedes disfrutar de las prestaciones de esta colección con características de seguridad (imprescindibles bajo el agua) que lo vuelven un must de las colecciones más exquisitas.
Pensado en el universo acuático, ha marcado pautas en la historia de la relojería como la caja hermética. La misma que utilizó el reloj Solunar en 1949 y que además fue el primer reloj en la historia con indicadores de marea, abriendo con esto un inmenso abanico de posibilidades para continuar innovando y lanzar en 1983 los relojes Serie 2000, los cuales contaban con las características claves para el buceo.
El año 2004 fue importante para la firma suiza, se hizo un renombramiento a la colección y es justo la que hoy conocemos como Aquaracer. Su evolución ha sido constante y coherente con la historia de TAG Heuer, adrenalina pura en un reloj que ha sido sometido a un total de 160 pruebas de resistencia al agua entre ellas las de la olla de presión, la inmersión, el calor intenso y la niebla salina, permitiendo a esta pieza soportar condiciones extremas en general superando las expectativas del universo acuático y el submarinismo.
VIRTUDES DE UN RELOJ ACUÁTICO
La línea Aquaracer presume de precisión, rendimiento, prestigio y excelencia mecánica. Esos son los atributos de una familia que se ha sido respetada y reconocida por la robustez en su diseño y el corazón del reloj, lo necesario para entender la importancia de seguridad, en dónde tres segundos pueden significar la vida o la muerte.
Otro atributo es sin duda, que es un reloj reconocible, los aficionados o coleccionistas lo conocen por la historia de concepción que lo delata. Un reloj que permite una estanqueidad de 300 metros bajo el agua, con una caja de 41 mm de bisel giratorio unidireccional de acero pulido y satinado con cristal de zafiro resistente a los arañazos con tratamiento antirreflectante y fondo de caja a rosca con escandrafa grabada.
DETALLES DEL AQUARACER
Los detalles son los que marcan la diferencia. La caja cuenta con un contador de horas a las 6h, un contador de minutos a las 12h y un segundero a las 9h, las agujas de minutos y horas facetadas y pulidas con marcadores luminiscentes hacen de este cronógrafo el mejor aliado de última tecnología resistente a la presión capaz de protegerlo en las condiciones marítimas más extremas, cronometrar su zambullida en aguas profundas con una precisión de una centésima de segundo.
El año pasado vimos un Aquaracer con más presencia, lo definía una caja de 43 mm, es decir dos mm más que las versiones anteriores, los comentarios de los conocedores fueron positivos en términos de dimensión.
Se presentó con un bisel de cerámica se ha remodelado para conferirle un aspecto con más clase con los números grabados y lacados en plata. También encontramos la lupa en la ventanilla de fecha. En el interior se aloja el movimiento mecánico automático Calibre 5, el cual atraviesa por una línea de control de calidad bastante rigurosa que hace de este modelo un reloj altamente preciso y fiable.
Este año, en BaselWorld -la feria relojera más importante en la industria celebrada en Suiza-, vimos un reloj más asequible a los bolsillos, conserva las mismas características, pero se ha sustituido el bisel de cerámica por el aluminio y un movimiento de cuarzo, esto seguramente es una noticia positiva para los que desean un Aquaracer en su muñeca, el objetivo es responder a la elevada demanda del marcado.
La versión de este año es sin duda el resultado de la mejor relación calidad-precio, un reloj con estos acabados y funciones se vende en el mercado por un precio mucho más elevado.
La colección Aquaracer tiene la suerte de que se reconozca por su diseño y diversidad en el uso de los materiales, esto, no es una casualidad, es el fruto del esfuerzo de una marca relojera movida por la vanguardia.