TAG Heuer muestra su tecnología de diamantes cultivados en laboratorio con dos modelos poco convencionales. El reloj Carrera Plasma Diamant d’Avant-Garde aporta nuevas formas, texturas y una especial forma de mostrar el brillo de un diamante.
Watches & Wonders le dio la bienvenida al nuevo Carrera Plasma Diamant d’Avant-Garde de la casa relojera TAG Heuer, modelo que destaca por su innovación técnica, a ello me refiero que para lograr esa luz tan especial en los diamantes cultivados en laboratorio es necesaria la última innovación en la técnica de deposición química de vapor (CVD) para dar a luz a diamantes cultivados en laboratorio, además, durante el proceso de crecimiento se van introduciendo pequeñas irregularidades lo que da como resultado esa coloración homogénea que vemos en los diamantes teñidos en color rosa.
Este es un proceso que requiere de un entorno muy controlado, apegado a los estándares de calidad que requiere una marca como TAG Heuer.
La caja tiene un diámetro de 36 mm y está realizada en oro blanco de 18 quilates, luce un juego de luces gracias a las superficies pulidas, esta es una diferencia con el modelo Chronograph Tourbillon,éste tiene incrustaciones de diamantes en caja y brazalete. Equipado con una correa de piel de aligátor negra con una hebilla ardillón de oro blanco a juego.
La estrella es sin duda la corona de cuerda de diamante macizo, ubicada a las 3h en color rosa con un peso de 1,3 quilates cultivada en laboratorio que está firmada con TAG Heuer.
“Un diamante, ya sea natural o creado en laboratorio, consta de una disposición regular de átomos de carbono. Un diamante perfecto, de color D y sin imperfecciones, casi no tiene defecto en esta disposición y es completamente incoloro. Para obtener un diamante de color, es necesario introducir algo de desorden en este arreglo perfecto, de manera controlada. Este desorden puede deberse a la adición de átomos de diferentes elementos o a la presencia de defectos: por ejemplo, átomos de carbono faltantes”, comentó Emmanuel Dupas, director del Instituto TAG Heuer.
Esta exclusiva pieza de tres agujas pesa un total de 4,8 quilates. Al reverso, es posible ver el Calibre 7 Automático a través de un fondo de caja abierto de zafiro.
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