Cuatro piezas de gran belleza y un nivel superior en mecánica son las novedades de Piaget. El altiplano susurra con la Luna y se despliega en la carátula.
Piaget, una de las marcas pioneras en relojes ultraplanos, su historia y evolución en este sentido le ha permitido dominar e innovar en términos de creatividad y elegancia. El desafío en un reloj de esta categoría es importante, se necesita destreza en la miniaturización para lograrlo.
El modelo Altiplano nace en 1998, un parteaguas en la historia de la marca de relojes suiza. Un avance en términos mecánicos, por supuesto, y el equilibrio entre la artesanía y la elegancia que distinguen a la colección.
Desde hace décadas, la Maison colabora con artistas y maestros artesanos, a quienes ofrece la oportunidad de plasmar su visión y su pericia sin igual en piezas de joyería y relojería únicas. Es una marca que le da rienda suelta a la imaginación en diseño, estas piezas que hoy te presento no son la excepción.
La complicación de la fase lunar se introduce en la colección Altiplano, con el Altiplano Fase Lunar.
Los cuatro relojes Métiers d’Art Altiplano Fase Lunar son una obra de pura belleza y precisión, basta ver el detalle en la carátula para valorar las habilidades técnicas que se despliegan en un reloj de 36 mm.
Sus carátulas son el resultado de dos años de desarrollo. En un cielo de esmalte azul translúcido creado por la maestra esmaltadora Anita Porchet, las constelaciones chinas están representadas por pequeños puntos blancos y piedras preciosas.
Es posible ver el atardecer a través de un punto cardenal y asociado a una de las cuatro estaciones y elementos. El dragón azur representa el Este y se asocia a la primavera y la madera; el ave roja, que representa el Sur, está cerca del verano y el fuego. El tigre blanco, que mira al Oeste, es naturalmente amigo del otoño y el metal, mientras que la tortuga negra del Norte se encuentra a gusto en el invierno y el agua.
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