Llega a BaselWorld 2018 Carl F. Bucherer, con un reloj que combina el diseño clásico con soluciones técnicas innovadoras.
Fruto de varios años de desarrollo, el nuevo movimiento se basa en su exclusivo sistema de bobinado automático periférico, que se combina con otro elemento: un tourbillon … No es ningún tipo de tourbillon, sino un nuevo tipo de órgano regulador, con una arquitectura sin precedentes.
El tourbillon está montado periféricamente y parece flotar dentro del reloj; si observa con atención, verán que no hay puentes para mantener el tourbillon en su lugar. Para que un tourbillon gire alrededor de su propio eje, debe montarse en consecuencia, lo que es posible gracias a un cojinete de rubí en la placa principal del reloj y otro en el puente de la rueda de equilibrio.
Aquí, la jaula del tourbillon en realidad está soportada periféricamente por tres rodamientos de bolas de cerámica, que aseguran una conexión estable, una guía precisa y un funcionamiento suave. Invisiblemente suspendido en el espacio, la vista del ballet del órgano regulador no está obstruida.
Este nuevo tipo de tourbillon no es la única proeza técnica que se encuentra en el calibre CFB T3000. La paleta y la rueda de escape están hechas de silicona, lo que evita la necesidad de lubricación, lo que aumenta la reserva de energía a por lo menos 65 horas y la protege del impacto negativo de los campos magnéticos.
Esto permite que el movimiento cumpla con los requisitos de la norma del cronómetro.
Finalmente, el sistema de bobinado automático es provisto por un rotor periférico, que gira alrededor del movimiento: el rotor periférico tiene la ventaja o reduce el grosor, deja una visión clara en los puentes y ofrece más eficiencia de bobinado que un micro rotor.
El movimiento en sí se presenta en una combinación de decoración clásica y toques modernos, como las aberturas gráficas en el puente principal o el rotor ennegrecido, un estilo característico de los relojes Carl F. Bucherer.