TAG Heuer ha presentado un segundo reloj en su serie de cinco ediciones limitadas del 50 aniversario, justo a tiempo para la 87ª edición de las legendarias 24 Horas de Le Mans, la carrera de resistencia que convirtió al Mónaco en una estrella.
De acuerdo con la leyenda, aunque contó con uno de los primeros movimientos de cronógrafos automáticos, y por supuesto la forma de la caja fuera de la caja, el Monaco fue algo así como un fracaso en el lanzamiento. Sin embargo, después de que McQueen descubrió un logotipo de Heuer en el mono de carrera del piloto suizo de F1 Jo Siffert, eligió un Mónaco para usar durante el rodaje.
La película fue un fracaso costoso, pero el reloj ayudó a definir la reputación de TAG Heuer de relojería de precisión con una vanguardia.
Para marcar la carrera de este fin de semana en el sinuoso circuito de 8.5 millas al sudoeste de París en Sarthe, la marca lanzó el segundo en su serie de cinco modelos de aniversario, cada uno de los cuales celebra una década en la indudable vida del reloj.
Ofrecido en una correa “automotriz” de piel de becerro negra, perforada con orificios revestidos en rojo, la icónica caja cuadrada de acero inoxidable cuenta con una esfera roja con dos subdiales bañados en rodio con bordes curvos. Los detalles en blanco y negro en el cuadrante complementan las manecillas de hora y minutos con punta negra, y las manos y los índices están recubiertos con Super-LumiNova® para mejorar la legibilidad.
Una característica poco convencional que ha distinguido al Mónaco en los últimos 50 años son los pulsadores del cronógrafo, que se encuentran a la derecha de la caja (la corona se encuentra a la izquierda). No hace falta decir que este modelo de edición inspirado en los años 80 continúa la tradición.
Grabado en su parte posterior está el logotipo “Monaco Heuer”, así como “Edición especial 1979-1989” y “Uno de 169” (que indica el tamaño relativamente recatado de esta serie limitada).