La funcionalidad es uno de los atributos que se agradecen en términos de relojería. Existen relojes que son impresionantemente hermosos pero imposibles de leer, o por lo menos te tomará 10 minutos para adivinar la hora. Ball Watch ofrece una legibilidad inigualable, esto se debe a los micro tubos de gas H3 luminoso. Innovando con la revolucionaria caja de reloj de que ofrece una protección antimagnética impresionante.
El Engineer II Volcano, un nuevo modelo que incorpora materiales que no se habían utilizado en la relojería, su tenacidad en términos de desarrollo los han llevado a mejorar año tras año. En el caso de este reloj la protección antimagnética es un buen punto, en un reloj mecánico el magnetismo perjudica al buen funcionamiento, de hecho, puede llegar a pararlo, y basta pensar que es un elemento que lo tenemos a manos llenas en nuestra vida diaria. De acuerdo con los estándares relojeros aceptados, se considera que un reloj automático es “antimagnético” cuando puede resistir un campo magnético de al menos 4.800 A/m sin que su precisión se vea afectada en más de 30 segundos al día.
La caja del Engineer II Volcano está fabricada mediante la superposición de capas de carbono y mu-metal (aleación de níquel, hierro, cobre y molibdeno). La caja, fundida en Suiza, presenta un aspecto de carbón texturizado que recuerda la lava de un volcán una vez enfriada para formar roca volcánica.
Se presenta con una caja de 45 mm de diámetro, con un diseño completamente deportivo y contemporáneo. La carátula no necesita presentación, tiene la luminiscencia necesaria para dejarte ciego. El movimiento es automático suizo BALL RR1102-C, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (Contrôle officiel suisse des chronomètres, o COSC), e indica horas, minutos, segundos, día de la semana y fecha. Este reloj puede soportar impactos hasta 5.000 Gs y es estanco hasta 100 metros. Se completa con una correa de Nato con franjas grises y negras