¿Qúe encontramos en el nuevo Terre d’Hermès Eau de Parfum Intense? Un hermoso frasco de lacado rojo tostado, como fundido, de líneas depuradas, diseñado por Philippe Mouquet, ahí, se guarda el fuego que emerge elementos que emergen de la tierra, es la manifestación del fuego interior.
Allí, a cientos de kilómetros bajo el suelo, la materia bulle. Hierve, arde. Nada ni nadie ha llegado jamás al centro de la Tierra. Capa tras capa, la inmensa energía asciende y atraviesa el manto terrestre. Las placas tectónicas se mueven lentamente, arrastrando con ellas las rocas.
En continuo ascenso, toda la fuerza acumulada alcanza la superficie y los pies descalzos de un hombre que se encuentra allí de pie. Observa el cañón que serpentea entre la roca y el inmaculado cielo que se alza sobre él, mientras percibe la potencia del fuego subiendo por sus piernas.
Su cuerpo se estremece y todos los aromas del mundo se desencadenan en su interior. La frescura de la explosiva bergamota, el embriagador aroma de la madera quemada y la intensidad de la roca de lava volcánica se arremolinan alrededor de su piel. Por el aire se propagan oleadas de granos de café y profundas notas de regaliz. Todas las fragancias contenidas y albergadas en la Tierra lo envuelven. Siente bajo sus pisadas el poder infinito de la Tierra.
La roca de lava volcánica —procedente de las profundidades, de un negro intenso salpicado de agujeros— le transmite su vitalidad. Es una materia irregular, henchida del vigor del fuego. A partir del magma fundido, se ha enfriado y solidificado de repente.
El hombre avanza lentamente antes de despegar. Vuela en línea recta sobre las montañas y los volcanes. El calor de la arena tostada le calienta el rostro. Atraviesa lagunas, extensiones incandescentes y acantilados de arenisca, se convierte en una fuerza libre y se funde con los elementos.
Es todos y cada uno de nosotros. Su fuego interior es el del desierto y el de la roca de lava volcánica que recorre nuestros cuerpos. Los fuegos entrelazados del hombre y de la Tierra brotan del mismo surco.
Todo lo que emerge de las profundidades de la Tierra colma su ser. La noche empieza a caer mientras él continúa su camino. El repentino frescor acompaña sus pasos. Al final de su viaje, el día se alza por el horizonte. El hombre levanta el brazo y, con ese gesto, agradece el don de estar vivo. La Tierra y el hombre unidos para siempre.
“Para este nuevo capítulo de Terre d’Hermès, quería expresar otra faceta de la Tierra, la de un ardiente y poderoso fuego subterráneo que asciende con fuerza a la superficie”, Christine Nagel Directora creativa del patrimonio olfativo de Hermès Parfums.
En el fondo, la «H» deja su huella incandescente en la tierra. El tapón negro mate, del mismo tono intenso que la roca de lava volcánica, presenta el clavo de tapicero distintivo de Hermès. El frasco, recargable y concebido para perdurar, combina vidrio y aluminio, dos materiales reciclables.
*Disponible en 15 ml, 50 ml, 100 ml y la recarga de 200 ml.
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