El grosor de un cabello humano fue la diferencia que ha posicionado a Richard Mille en primer lugar con el reloj más delgado del mundo. Un reto mecánico para alcanzar 1,75 mm de espesor en el modelo Ferrari RM UP-01. Mira los detalles…
Todos pensábamos que Bvlgari se coronaría con el récord al reloj más delgado del mundo, no fue así, hace unos días, Richard Mille le ha robado el lugar en el podio tras lograr el alucinante modelo Ferrari RM UP-01 con tan solo 1,75 mm de espesor.
En marzo de este año te escribí acerca del Octo Finissimo de Bvlgari, hasta ese momento el más delgado en el mundo de los relojes. Piaget también era un fuerte contendiente.
El Ferrari RM UP-01 no solo es la excelencia a la delgadez, también vale la pena mencionar el reto técnico en su construcción. Tanto Piaget como Bvlgari han utilizado el fondo de la caja como placa base, así es como optimizan los espacios y reducen grosor, pues bien, Richard Mille lo hace de manera independiente, es decir, ha montado el movimiento del reloj /de cuerda manual) dentro de la caja.
Esta edición limitada a 150 piezas es una muestra de auténtica vanguardia técnica que va de la mano y hace todo el sentido con la esencia y filosofía de la marca de autos Ferrari.
“Incluso en el ámbito de la planitud absoluta, estábamos decididos a crear un reloj que cumpliera con los mismos requisitos de validación que todos nuestros otros modelos. En esta búsqueda de la planitud absoluta, teníamos que ofrecer un reloj que, lejos de ser un ‘reloj conceptual’, estuviera a la altura de la tarea de seguir el día a día de quien lo lleva” Richard Mille.
La diferencia entre el espesor del Octo Finissimo de Bvlgari y el RM UP-01 Ferrari es de 0,05 mm, con el grosor de 1.75 mm lo sientes casi como si fuera tu piel, por 1,700,000 francos suizos y sin impuestos (al tipo de cambio mientras escribía esta nota, aproximadamente $36,057,000 pesos).
Richard Mille y Ferrari acordaron una asociación a largo plazo en 2021. Sin embargo, según la empresa, ya llevaban años trabajando en el RM UP-01 Ferrari de Richard Mille. Para lograr esta pieza fueron necesarias más de 6,000 horas de desarrollo y pruebas de laboratorio para poder reducir el tamaño de la caja hasta ese punto.
“Para un proyecto así, tuvimos que dejar de lado todos nuestros conocimientos y todas las normas de relojería imaginables”, explicó Julien Boillat, director técnico de cajas de Richard Mille. Su empresa colaboró con los laboratorios de Audemars Piguet Le Locle en el proyecto.
Este calibre (1,18 mm) fue posible gracias a la colaboración con los laboratorios de Audemars Piguet Le Locle (anteriormente Renaud & Papi).
Responder al reto de un reloj ultraplano excluyó un movimiento tradicional con engranajes y manecillas superpuestos. La casa relojera distribuyó lo que no se podía apilar en una superficie más amplia, creando una simbiosis perfecta entre el movimiento y la caja, el resultado lo vemos en cada detalle.
La razón para incorporar el calibre de 41,45 mm x 28,85 mm dentro de una caja (hecha de titanio grado 5) fue ordenada por la resistencia a los golpes y la misión de RM de crear un reloj para el uso diario.
No es un prototipo, es un reloj real que ha sido probado por duras y exigentes pruebas, tanto que puede soportar aceleraciones de más de 5000G. No es un sueño…
Hablemos de las funciones del reloj…
La primera ‘corona’ situada entre las 10h y las 11h sirve para seleccionar la función de cuerda (W) o de puesta a mano (H), mientras que la segunda ‘corona’ entre las 7h y las 8h sirve para poner la hora o enrollar el cañón. Ambas coronas están enmarcadas por inserciones de cerámica negra para proteger el bisel de la fricción y garantizar la hermeticidad de 10 metros.
La indicación horaria empotrada se coloca en el centro de la carátula/bisel con manecillas de horas y minutos rojas y está protegida por un cristal de zafiro, como el volante a la derecha. Debajo de las funciones de tiempo y equilibrio hay una representación grabada del logotipo del Cavallino Rampante de Ferrari.
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