Existe una razón profunda por la que la luna tiene un hechizo encantador, por la que las flores se atreven a mostrar su explosión de color y fragancia, en su esencia más pura, es el amor y la pasión. La misma que la colección de joyería de Pasquale Bruni te cautiva, si quieres conocer su universo no te olvide visitar la Joyería Peyrelongue Chronos.
La prestigiosa Maison italiana Pasquale Bruni, reconocida a nivel mundial por su maestría y su profundo sentido de la feminidad, se embarca en un conmovedor homenaje a estas mujeres extraordinarias. Aquellas de fortaleza inquebrantable ante cualquier adversidad, y cuya belleza trasciende lo físico para resonar desde lo más hondo de su ser.
La mejor manera de celebrarlo es a través de creaciones joyeras que van mucho más allá de la simple función de adornar; son piezas diseñadas para habitar el alma, para convertirse en extensiones preciosas de la persona que las lleva.
Interesante la historia de Pasquale Bruni, con narrativa de pasión y legado familiar. Fundada en 1997 por Pasquale Bruni en Valenza, considerada el corazón latente de la alta joyería italiana, la marca se distinguió rápidamente por una visión creativa centrada en la feminidad profunda, una hermosa conexión con la naturaleza y la capacidad de ponerle emoción a una joya.
Hoy en día, bajo la dirección creativa de su hija, Eugenia Bruni, la Maison no solo mantiene intacto este legado familiar, sino que lo enriquece, defendiendo los más altos estándares de la artesanía italiana fusionados con un espíritu contemporáneo y un diseño intuitivo y sensible. Su filosofía es clara y conmovedora: una joya debe sentirse como una segunda piel, ser un lenguaje personal y actuar como un reflejo precioso del paisaje interior de quien la posee.
En el universo femenino, la joyería ostenta un significado singular y poderoso. La joyería transmite más de lo que pensamos, más allá de ser objetos de metales preciosos y gemas deslumbrantes, estas piezas son a menudo auténticos receptáculos de recuerdos, símbolos tangibles de logros vitales y momentos importantes, o discretas pero firmes afirmaciones de identidad.
Un collar heredado puede portar consigo historias de generaciones pasadas, conectando a una mujer con sus ancestros. Un anillo puede conmemorar un hito personal significativo o sellar un vínculo de amor profundo. Un par de aretes, incluso los más sencillos, pueden ser un ritual diario de autoexpresión, una pequeña chispa de alegría para iluminar el rostro.
La joyería tiene el poder de empoderar, ofreciendo una sensación de confianza y completitud. Nos recuerda nuestra historia, nos acompaña en el día a día y se proyecta como legado en nuestro futuro.
Pasquale Bruni ha comprendido de manera excepcional esta conexión intrínseca entre la mujer y la joya. Cada pieza es concebida como una auténtica obra de arte, no son solo un cúmulo de bocetos, son «jardines secretos», espacios íntimos donde cada mujer, descubre un poco de ella misma.
Dentro de estos luminosos jardines, florecen varias colecciones emblemáticas, cada una portadora de su propia historia y simbolismo. La colección Giardini Segreti, inspirada en los patios ocultos y llenos de encanto de Milán, presenta delicadas mariposas, hojas y flores que parecen danzar y entrelazarse, diseñadas magistralmente para abrazar los dedos o adornar el cuello como secretos susurrados.
Estas piezas son una exploración poética del jardín interior y a menudo oculto que toda mujer cultiva. La icónica colección Bon Ton, quizás el motivo floral más reconocible de la Maison, es una celebración explícita del poder sutil y la gracia inherente a la madre naturaleza misma. Utilizando gemas cuidadosamente seleccionadas como el sereno cuarzo rosa, la tranquilizadora calcedonia y el vibrante topacio azul, estas joyas encarnan una fortaleza gentil pero innegable, muy similar a la fuerza nutricia y protectora de una madre.
La colección Figlia dei Fiori (Hija de las Flores) es una oda directa a la profunda y mística conexión entre las mujeres y el mundo natural y celestial, haciendo eco del hermoso sentimiento: “Somos hijas de las flores y de la luna”. Con gemas en tonos cálidos y lunares, estas piezas están específicamente diseñadas para proteger y celebrar la libertad creativa de una mujer y su universo femenino interior.
Finalmente, la colección Luce (Luz) captura la belleza efímera y trascendente de la luz misma –el calor vivificante del sol, el brillo suave y misterioso de la luna– atrapándola dentro del oro rosa luminoso. Esta colección celebra la luz en movimiento, transformando la joya en un aura personal de amor, esperanza y el perpetuo milagro del renacimiento.
Regalar una joya de Pasquale Bruni trasciende con mucho un simple gesto material. Es ofrecer una pieza con auténtica alma, un símbolo cuidadosamente elegido.



