Esta temporada, dos nuevas fragancias se unen a la colección LOEWE Botanical Rainbow de vibrantes fragancias inspiradas en la naturaleza. Vulcan se une a la familia LOEWE Solo y Drop a la familia LOEWE Agua, ambas con el nuevo Acorde LOEWE.
LOEWE Solo Vulcan
Combina el rico aroma del nuevo Acorde LOEWE con notas de tomillo, lavanda y vetiver que crean una fragancia balsámica, amaderada, herbal y fresca. Una nueva forma minimalista en la que Nuria Cruelles ha reinterpretado la perfumería clásica de las fragancias fougère. Mientras que toda la familia LOEWE Solo se inspira en los armoniosos momentos que preceden a la puesta de sol, “Vulcan” evoca la poderosa y ardiente erupción de un volcán y se hace eco del poder fugaz de las aromáticas flores de la jara.
LOEWE Agua Drop
Es refrescante y floral y combina la calidez del nuevo Acorde LOEWE con ingredientes como la bergamota y la flor de azahar dando origen a una fragancia fresca, afrutada y amaderada-ambarina con una nota poco común de ajenjo. Mientras que toda la familia LOEWE Agua se inspira en el brillo de la luz sobre el agua que fluye libremente, esta nueva fragancia evoca las diminutas gotas de rocío que anidan sobre los pétalos de la Jara tras una larga y fresca noche.
Acorde LOEWE
Es una nueva nota única basada en el Labdanum, el aceite. aromático que se extrae de la jara (Cistus ladanifer), una flor silvestre que crece por todo el terreno rocoso rural de España. Diseñado para capturar un aspecto inmutable de la identidad prismática de LOEWE a través de la fragancia y crear un hilo olfativo conectivo que recorra todas las familias de fragancias de LOEWE Botanical Rainbow, el Acorde LOEWE se entretejerá en todas las nuevas fórmulas que se unan a la colección.
Este nuevo y atrevido capítulo de la casa ya ha comenzado con el lanzamiento de LOEWE Aire Anthesis -una vibrante fragancia unisex que toma su nombre del término botánico que designa el momento fugaz y transitorio en el que brota el capullo de una flor- y continúa ahora con LOEWE Solo Vulcan y LOEWE Agua Drop.
Encapsulando la belleza pura e indómita del campo español, la jara desprende una fragancia aromática y resinosa que la convierte en la característica olfativa definitiva del paisaje rural rocoso de Iberia. Su flor de pétalos blancos presenta una característica mácula morada-negra hacia su estambre amarillo brillante, y aunque la planta prolifera por toda la campiña, cada floración dura sólo un día, cristalizando una intrigante paradoja de ser resistente y prolífica, pero a su vez delicada y transitoria.
Cuando se extrae en forma de oleorresina (o aceite esencial), llamada Labdanum, el aceite de jara es famoso por su aroma animal, dulce, almizclado y a cuero, y es apreciado por su complejidad en el arte de la perfumería.
Intérprete de esta nueva inspiración, Nuria Cruelles ha creado una nota ambarina, amaderada y rica con un carácter puro, primitivo y tenaz, que se convertirá en el “ADN” olfativo de LOEWE.
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