Sin historia no existes. Las memorias que se tejen dentro del mundo de la relojería (cuando realmente existen) son apasionantes, Cuervo y Sobrinos por ejemplo, tiene mucho que contar, con “alma latina y marca suiza” crea relojes para todos los gustos y generaciones.
Cuervo y Sobrinos es una de las marcas de relojes más famosas del mundo. En cada pieza se manifiesta su origen cubano y el sello “Swiss Made”. Esta interesante conjunción se aprecia en todas sus colecciones.
¿En qué piensas cuando te digo La Habana? Habanos, ron, fiesta, playa, pero no en relojes ¿cierto? A finales del siglo XIX en La Habana se vivía una época de glamur, intelectuales y encuentros de hombres de negocios o famosos que buscaban diversión.
Justo en este exótico país, vivía un hombre llamado Armando Río y Cuervo, quién junto con sus hermanos dirigían la relojería y joyería de su tío Ramón, de ahí el nombre de Cuervo y Sobrinos.
La Quinta Avenida le da la bienvenida a la boutique llamada “La Casa”. Haciendo la investigación para realizar este artículo me encontré con diferentes versiones del origen de esta marca, lo cierto es que en la década de 1940 y 1950, Cuervo y Sobrinos se consolida como una firma de relojes de lujo en todo el mundo.
Hoy, la marca goza de esa historia para continuar tan prestigiada herencia, con valores y unos archivos en la historia que se convierten en la actualidad la mejor inspiración para sus nuevas colecciones.
¿Qué encontramos en sus colecciones?
Nostalgia, un estilo clásico y una fresca interpretación de los pilares que construyeron una genuina historia. Por mucho tiempo personalizaban las carátulas de marcas como Longines, Patek Philippe o Roskopf, por ello encontramos piezas con ambas marcas marcadas sobre la carátula.
Finalmente, la empresa comenzó a fabricar sus propios relojes en La Chaux-de-Fonds, convirtiéndose en los relojes imprescindibles de la época.
Durante el siglo XX, la boutique de Cuervo y Sobrinos atrajo a grandes y buenos, como Caruso, Churchill, Einstein, Clark Gable, Édit Piafh, Hemingway y Stravinsky.
Marzio Villa, obtiene los derechos de la marca y con ello tiene el permiso de acceder a las tres cajas fuertes que se encontraban en el antiguo taller en La Habana. Este especialista en distribución de productos de lujo descubrió un patrimonio de enorme valor, nada menos que los mecanismos, bocetos y documentos inéditos.
El refinamiento llega a nuestras manos en el 2002, Europa y el resto del mundo puede disfrutar de un exquisito legado relojero. Todas sus colecciones poseen un toque de nostalgia de los años dorados de Cuba.
Hoy, se puede encontrar nuevamente una boutique en la Habana, un buen tip si tienes planeado ir a Cuba es hacer una parada (obligatoria) a esta tienda-museo con antiguas piezas de relojería y un elegante bar que nos transporta a los años 40.
La marca de relojes tiene una estrecha relación con el mundo del automovilismo, y en 2003 creó un premio llamado “Latino Internacional”, pensado en personajes latinos con reconocimiento a nivel mundial, la condecoración la han recibido Andy García, Pedro Almodóvar, Miguel Bosé y el extraordinario artista Chucho Valdés.
En la actualidad, Cuervo y Sobrinos fabrica sus relojes en Suiza. Su sede en Capolago tiene vistas al lago Lugano. Aquí, los diseñadores y relojeros, altamente cualificados, se inspiran en diversas fuentes, incluyendo modelos que se guardan en los archivos de la marca.
Algunos diseños están influenciados por el art déco, un movimiento de las artes decorativas y la arquitectura que fue popular en las décadas de 1920 y 1930.
Es importante mencionar las rigurosas pruebas por las cuales atraviesan los relojes de la firma, todo para garantizar que cumplen los controles de calidad de la marca.
Cuervo y Sobrinos conoce y entiende su mercado, y ha optado por dirigirse al segmento del “lujo accesible” con una gama básica de modelos cuyo precio oscila entre los 2000 y los 6000 CHF.