Darle más vida a tu reloj es lo que te toca, no hacerlo implica dejar de disfrutarlo por un tiempo y, por supuesto, un costo mayor al de un servicio regular. Hoy, te doy algunos consejos básicos para hacerlo y evitar desagradables sorpresas.
Darle un mantenimiento constante con pequeñas acciones implica ventajas, después de que lo tengas presente y lo hagas se convertirá en un hábito positivo y a favor de tu bolsillo. No, no pienses en que tienes que abrirlo (eso no es recomendable si no estás suficientemente familiarizado con los componentes, ni mucho menos si careces de formación y experiencia técnica), solo bastan acciones sencillas para perpetuar un tic tac adecuado.
Tu reloj es uno de los accesorios más revelador de tu personalidad y para muchos, también lo sigue siendo en términos de funcionalidad, ¡no todos ven la hora en el celular! Afortunadamente.
No importa si tu reloj es un clásico, deportivo, mecánico, de movimiento de cuarzo, lo esencial es cuidarlo para que su funcionamiento siempre sea el adecuado y, por supuesto, que luzca muy bien. Recuerda, si hablamos de un reloj mecánico, ya sea de cuerda manual o automático, puede durar toda la vida, incluso puede pasar de generación en generación y se convierte en una emocional reliquia familiar.
- Limpia tu reloj regularmente
El reloj guarda polvo, sobretodo si lo dejas expuesto a ello, suele acumularse a tal punto que ya no tendrá el mismo brillo, límpialo frecuentemente o convierte en un hábito hacerlo cada vez que vas a cambiarlo para después guardarlo.
No es necesario recurrir a líquidos agresivos, aún los que se propongan especiales para metales. Simplemente toma un paño y frótalo suavemente, no te olvides de la correa.
- Mantén tu reloj en un espacio seco
En repetidas ocasiones te he hecho la recomendación de las cajas y/o bobinadoras de WOLF, una marca comprometida con el cuidado y mantenimiento de tu reloj. Pues bien, es importante que se mantenga lejos de la humedad, hablando de ello te recomiendo tener en cuenta las especificaciones de tu reloj y conozcas su hermeticidad y en qué consiste exponerte a ella, puede ser solo salpicaduras, nadar o una sumersión de ciertos metros.
La humedad daña el funcionamiento interno de su reloj, por lo que es fundamental mantenerlo seco tanto como sea posible. Un reloj no se expone a temperaturas extremas o luz solar directa.
- Ten cuidado con la corona
No, la corona no es infinita, no la fuerces. Es fundamental que tengas cuidado al sacar, girar y empujar la corona, no hacerlo puede dañar el mecanismo.
- Evita los campos magnéticos
Uno de los enemigos de la relojería son los campos magnéticos, interfieren directamente con la precisión del reloj. Ya sé, estarás pensando “¡estamos llenos de campos magnéticos!”, lo entiendo y es necesario tratar de evitarlos. Claramente existen relojes de alta gama que solucionan este problema por ser altamente resistentes al magnetismo.
- Mantenimiento regular en tu reloj
No te olvides que un reloj se tiene que ir a servicio de acuerdo a la sugerencia del fabricante. Regularmente lo llevarás le harán la limpieza, eso incluye lubricación (de ser necesaria) y ajuste interno para que tu reloj siga funcionando de manera óptima.
- Guarda tu reloj correctamente
Si no usas tu reloj, guárdalo en un lugar adecuado y cuida la temperatura. Puedes guardarlo en la misma caja que te lo entregaron cuando lo compraste.
- Cuidado al cambiar la batería
Si tu reloj requiere un cambio de batería, es importante tener cuidado al reemplazarla. Asegúrate de utilizar el tipo correcto de batería para su reloj y siga cuidadosamente las instrucciones del fabricante y si es posible o te encuentras titubeante, te recomiendo acudir con un relojero para que lo haga correctamente. Recuerda que todo reloj tiene componentes delicados.
- Atento, no todos los relojes son “todo terreno”
Un golpe fuerte o una caída puede dañar el movimiento del reloj. Tener el hábito de quitarse el reloj mientras sabe que está en riesgo te toma menos tiempo que hacer un gasto (porque es gasto) en su reparación.
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