El impresionante complejo está ganando popularidad gracias a sus suites burbuja de lujo transparentes, llamadas Jungle Bubbles, que están ubicadas en un área muy transitada por elefantes locales.
El Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort en el norte de Tailandia le está dando al término “cerca de la naturaleza” un significado completamente nuevo. Y si son amantes de las aventuras pero sin sacrificar el lujo, ése lugar será su mejor opción de escapada completamente diferente a lo que están acostumbrados.
Las burbujas únicas de 236 pies cuadrados, fueron diseñadas por Eye in the Sky y construidas con tela de poliéster de alta tecnología para garantizar su integridad a lo largo del tiempo.En el interior, las burbujas tienen aire acondicionado para maximizar la comodidad y cuentan con un dormitorio grande con una cama King size y una sala de estar totalmente equipada.
Y no se preocupen por tener que ir al baño en medio de la noche y toparse accidentalmente con un elefante, ya que también hay un baño completo en suite. De hecho, los huéspedes nunca tienen que salir de la cúpula transparente, ya que el personal traerá una canasta para la cena, para que los visitantes puedan ver la puesta de sol mientras los animales pasan.
Además de tener acceso a un mini bar completamente surtido, room service las 24 horas y todo lo necesario para prepararse un té o un café.
Un dato de suma importancia es que, estos no son elefantes cualquiera, ya que los 60 elefantes que viven en los terrenos han sido rescatados de las calles de la ciudad de Tailandia y ahora pueden vivir sus días en paz rodeados de un entorno muy apegado a su hábitat natural..
Los huéspedes pueden obtener aún más información sobre sus vecinos animales durante uno de los recorridos Walking With Giants de la propiedad. En el recorrido, los huéspedes participarán en una caminata acompañados por un veterinario o un biólogo para aprender sobre cómo piensan y se comportan estas criaturas inteligentes.
Los visitantes pueden observar la interacción social de los elefantes en su hábitat nativo. La diversión de un baño en el río o un tiempo de juego con barro demuestra cuán descarados pueden ser estos graciosos animales.