El mundo de la aviación y la relojería mantienen una relación muy estrecha desde el siglo pasado. Desde los hermanos Wright hasta Alberto Santos Dumont.
Por cierto, Santos Dumont tenía una estrecha relación con Louis Cartier, de la misma nació el modelo icónico de la marca, Santos de Cartier, así se bautizó en 1904, su particularidad era la posibilidad de tenerlo en la muñeca del aviador, el principio de la funcionalidad.
En la historia destacan nombres como Louis Blériot, Louis Breguet que entre sus hallazgos en la relojería tuvo la audacia de desarrollar el biplano Breguet I en 1909. Décadas después el reloj de pulsera se comercializó y se convirtió en el inseparable.
La Segunda Guerra Mundial, fue el momento en el que muchas marcas crean los pilares de lo que hoy en día conservan en sus colecciones. Ese espíritu de aventura los impulsó a volverse los mejores, los que daban las mejores prestaciones como funcionalidad, legibilidad, ergonomía y seguridad en el aire.
El mundo militar aeronaútico era la fuente de inspiración. Las innovaciones tecnológicas avanzaban, carátulas específicas que fueran capaces de articular la mejor manera de viajar. Fue una evolución natural que se refleja en el diseño, todos con especificaciones militares, y cuando hablamos de militar es sinónimo de altos niveles de calidad y precisión.
Los códigos de esta época se consagraron con el tiempo y hoy tenemos exquisitas reediciones que se adaptan a un mundo moderno, más allá de que los relojes sean “bonitos” cumplen con su objetivo: satisfacer las necesidades más extremas de los profesionales.
Existen marcas (muchas) que en sus colecciones guardan un lugar especial para los relojes de aviación, otras que le propio nombre nos lleva a pensar en la medición del tiempo en el cielo, por ejemplo, IWC, Bell & Ross, Breitling, Hamilton, Breguet, Perrelet, Longines, Oris, y así puede seguir la lista.
A diferencia de los relojes de buceo que tienden a seguir la misma fórmula básica, es decir, un bisel de tiempo de inmersión unidireccional, válvula de helio, manecillas e índices de alta visibilidad, corona atornillada, resistencia al agua de al menos 200m. etc, los relojes de piloto ofrecen una variedad tan amplia en estilos que me atrevo a decir que hoy nombran reloj de aviación a modelos que están lejos de serlo.
En su nivel más básico y tradicional, el reloj de un piloto debe tener una carátula grande y fácil de leer, con manecillas e índices claros, que permita una lectura rápida mientras maniobra un avión, además, deben tener un tratamiento luminiscente para permitir la lectura durante los vuelos nocturnos. No podemos olvidarnos de la corona, debe ser lo suficientemente grande como para poder operarla fácilmente con guantes.
Te dejo una selección de algunos de los modelos más emblemáticos en el mundo de la aviación.