El cristal de zafiro es un material sintético que apareció en la década de los 60´s en la industria de la alta relojería. Sus cualidades principales son la transparencia y la resistencia, por lo mismo, es muy complicado trabajarlo por la dureza del material.
Los cristales de zafiro para relojes, dependiendo de la pureza que tengan, pueden aumentar el precio final de relojes de alta gama, ya que el zafiro, aun cuando sea sintético, está considerado como una piedra preciosa.
A pesar de los desafíos técnicos que presenta este material, hoy se utiliza como parte integral de un reloj; no solo como carátula o en la caja. Greubel Forsey logró alojar puentes de zafiro en el Quadruple Tourbillon y existen más modelos que en su interior encontramos este material.
Para una industria tan arraigada en la tradición, la relojería ciertamente no es ajena a las modas pasajeras. Y al igual que los movimientos de alta frecuencia y los componentes de silicio antes que ellos, las cajas de zafiro son un reto para los fabricantes que muestran su creatividad y dominio de la relojería avanzada.
Aunque el zafiro sintético ha sido durante mucho tiempo el material elegido para los cristales de los relojes de pulsera debido a su extrema dureza y resistencia al rayado, las marcas dudaban en intentar usarlo para una caja completa porque su fragilidad significa que incluso un pequeño error durante el proceso de fabricación puede resultar en rotura, una pérdida de tiempo cuando la pieza ya está en la etapa final.
Pero cuando todo encaja perfectamente en su lugar, el efecto creado por una caja de zafiro es realmente extraordinario, ligero, fácil de llevar y claramente es una revelación de estilo.
Un espectáculo que vale la pena admirar en todos los detalles y ángulos.