Una de mis primeras experiencias en la relojería fue la visita al Museo Patek Philippe en Ginebra, una revelación histórica muy placentera. La ingeniería de precisión y la evolución de la industria se respira en cada piso del museo, de hecho, la experiencia inicia con el edificio, data de 1919-1920, y se restauró meticulosamente.
Visitar este lugar es una experiencia muy inspiradora, lograr un museo de esta talla requiere un gran esfuerzo de conservación y por supuesto de adquisición de tan valiosas piezas. Un viaje a través de 2500 relojes y artículos relacionados que trazan el curso de la relojería durante cinco siglos, con la contribución personal de Patek Philippe a partir de 1839.
La reciente introducción de una nueva museología hace que la experiencia sea particularmente vívida y atractiva para los visitantes, un rico patrimonio llevado de la mano de un audio en varios idiomas que permite que no pierdas ningún detalle.
Lo cierto es que no es un museo específicamente del legado de Patek Philippe, claro que encontramos la descripción completa de la producción y desarrollos de la casa ginebrina, pero también cuenta la historia de la relojería en su conjunto, tan precisa que nos revela la evolución de la relojería europea ¡Vaya deleite para expertos y coleccionistas experimentados!
El museo abrió sus puertas en 2001 y este año celebra su aniversario con dos nuevas publicaciones de 100 páginas, una dedicada a la colección de antigüedades y la otra a la colección Patek Philippe. Ambos estarán a la venta a partir del próximo año y estoy segura del valor como objeto de colección.
El Museo Patek Philippe fue creado por Philippe Stern, quien era presidente de la marca en ese momento y ahora es su presidente honorario, después de décadas investigando y adquiriendo piezas históricas desde la década de 1970 en adelante y solo más tarde trasladó la colección al edificio terminado en 1920 en Rue des Vieux-Grenadiers de Ginebra.
El Museo está en constante evolución bajo la dirección del Sr. Stern y Peter Friess, director y curador desde 2014.
La planta baja muestra una serie de bancos antiguos utilizados por relojeros y joyeros y una colección de herramientas y máquinas que datan del siglo XVIII a mediados del siglo XX. Encontrarás la colección Patek Philippe con cronometradores que datan de 1839 a 2000.
En el segundo piso se encuentra la colección de antigüedades que traza la relojería y la relojería desde el siglo XVI hasta mediados del XIX a través de 1.200 exposiciones.
El tercer piso podemos apreciar el relato de la historia de Patek Philippe a través de una selección de archivos históricos que representan grandes eventos en la vida de la manufactura, incluidos documentos escritos a mano de sus fundadores, Antoine Norbert de Patek y Jean Adrien Philippe.
No lo dudes, sí visitas la ciudad de Ginebra, Suiza, tienes que hacer parada al Museo Patek Philippe en donde te sumergirás en la relojería, su historia y la importancia de la marca para entender su evolución desde otro punto de vista.
Prepárate para apreciar algunos de los modelos más raros de la marca, una experiencia increíble. El museo también está totalmente equipado para cumplir con su función educativa, con una biblioteca que alberga la impresionante cantidad de 8.000 títulos diferentes, centrados en la relojería, su historia y artesanías que enriquecen a este mágico mundo.