El legendario Royal Oak ha tenido una evolución increíble en su historia. Complicaciones y oficios artesanales han lucido en esta colección tan versátil como interesante. Este año, la manufactura presenta una nueva línea, en 43 con cinco modelos diferentes que incluyen materiales como el titanio, oro blanco y rosa y la versión más asequible en acero.
Los códigos estéticos siguen siendo los mismos, su esencia es imposible de cambiar, es parte de la identidad. Sin embargo, algunos detalles como la caja y la carátula se han transformado con la finalidad de optimizar tanto la estética como la comodidad cuando lo llevas puesto.
Además, utilizan el último cronógrafo flyback integrado de la Manufactura, el calibre 4401, eso para todos los modelos. El diámetro es ahora de 43 mm, un tamaño tan bueno para muñecas masculinas pero nada mal para lucirlo una mujer.
Audemars Piguet presenta una caja tiene un trabajo de cantos pulidos en los bordes mientras que la corona, el bisel y los pulsadores tienen una ligera curvatura que estéticamente lo hace más sutil y atractivo.
Me parece excelente la idea de ofrecerle al usuario la posibilidad de cambiar correas, y hacerlo con facilidad sin la necesidad de ir al centro de servicio autorizado, eso es una maravilla. El sistema intercambiable se ha integrado directamente en la hebilla y los pernos de la caja.
Por supuesto que no puede faltar el guilloché en la carátula, «Méga Tapisserie» o «Petite Tapisserie» es indudable como sello de la casa relojera. En esta colección se ha lecho un cambio que resulta exquisito a nivel visual. Las pirámides que componen el motivo estampado se han afilado y unido entre sí con un motivo entrecruzado en relieve que añade profundidad a la carátula.
La nueva línea presenta dos modelos en acero, dos en titanio y un quinto en oro rosa.