Me gusta soñar, imaginar y sentir. Hermès a través de sus creaciones despierta mis sentidos con obras de arte que solo se hacen posible dominando un savoir-faire exigente.
Contempla el trabajo que hay en la carátula del nuevo Arceau Toucan de Paradis, ahora imagina las horas que pasaron hasta lograr algo tan cotidiano como un tucán, es una manifestación de libertad creativa. En Hermès todo es posible, acoger en la carátula de un reloj un tucán combinando el esmalte miniatura con hilos de seda para dar lugar a una nueva y exclusiva manifestación relojera llena de color y fantasía.
Desde 1978 Henri d’Origny creó el emblemático modelo Arceau, se caracterizó por su línea clásica, muy pronto se convirtió en el lienzo perfecto para darle vida a lo real, ¡e irreal!
La ilustradora británica Katie Scott, refleja su pasión por la flora y la fauna dibujando esta colorida ave tropical de enorme pico para el pañuelo Toucans de Paradis. El trabajo de Katie Scott se caracteriza por un estilo propio, representaciones exóticas que van de la fantasía al naturalismo.
Esmalte e hilos de seda son dos técnicas que perfeccionan el efecto visual, la segunda es una técnica, única y exclusiva de Hermès, la idea surge en Japón, específicamente en un telar de tejidos para kimono.
Para lograr capturar el ave fue necesario el uso de 500 hilos ensamblados de uno en uno; se necesita una semana de labor para que cobre vida. El trabajo comienza con el esmaltado de la base, de oro gris. Con un pincel muy fino, el artesano deposita polvos de vidrio mezclados con aceites naturales que se aplican en capas sucesivas, cada una con su tiempo de horneado y secado.
Con ayuda del esmalte se van fijando los espacios para recibir y colocar los hilos de seda, de tal manera que se pueda jugar con la luz y obtener una trama perfecta de reflejos brillantes.
Su carátula es enmarcada con 82 diamantes y se aloja en una caja de oro blanco de 38 mm de diámetro. Late gracias al movimiento de manufactura Hermès H1912 de cuerda automática. La correa de becerro azul Zanzíbar, confeccionada en los talleres de Hermès Horloger, realza el colorido de este reloj exclusivo, en edición limitada y numerada de 24 ejemplares.
Arceau Toucan de Paradis
Movimiento: Manufactura Hermès H1912, mecánico de cuerda automática, fabricado en Suiza.
Reserva de marcha: 50 horas.
Frecuencia: 28.800 alternancias por hora.
Funciones: Horas y minutos.
Caja: Oro blanco 38 mm de diámetro, bisel con 82 diamantes.
Carátula: Esmalte miniatura e hilos de seda sobre base de oro gris.
Correa: Piel de becerro azul Zanzíbar.
Estanqueidad: 30 metros.
Edición numerada y limitada de 24 ejemplares.
Fotos: Claude Joray – David Marchon