“ONE OF NOT MANY”
Vacheron Constantin presenta su nueva campaña de comunicación
“One of Not Many”. El lema de la nueva campaña de comunicación de Vacheron Constantin define la excepcionalidad que la marca representa desde hace más de 260 años. En el prestigioso universo de la Alta Relojería, es la Casa de los entendidos, con una estrecha vinculación a los valores humanos y con un acervo que ha ido pasando de generación en generación de maestros relojeros y artesanos.
Fundada en 1755, Vacheron Constantin es el fabricante de relojes más antiguo del mundo que se ha mantenido ininterrumpidamente en activo. Durante más de 260 años, se ha reinventado constantemente para mantenerse fiel a las más depuradas tradiciones de la Alta Relojería. Su filosofía se asienta en el conocimiento, en vez de en la apariencia ostentosa. La innovación constante, el espíritu de exploración, la pasión y los estrictos criterios de sus relojeros y artesanos, que no aceptan soluciones de compromiso; la transmisión de técnicas ancestrales, la opulencia de su patrimonio y su capacidad para adaptarse a los tiempos: estos son los valores gracias a los cuales la Casa goza del reconocimiento y del respeto en el exclusivo círculo de los entendidos de la Alta Relojería.
Por medio de su sobria elegancia, los relojes de Vacheron Constantin transmiten esta identidad forjada gracias a la sutil y equilibrada combinación entre la pericia técnica y el refinamiento estético, y entre la tradición y la innovación. Son fruto de una disciplina rigurosa, de la humildad y del deseo de superación personal.
Entre ellos está el cantautor BENJAMIN CLEMENTINE, un verdadero “artesano de la música” en constante búsqueda de la armonía y la perfección sonora. Considerado como uno de los músicos con mayor talento de su generación, Clementine se ha establecido como multi-instrumentista virtuoso, poeta contemporáneo y excepcional vocalista.
En cuanto al artista inglés JAMES BAY, personifica perfectamente el espíritu creativo e innovador que caracteriza a Vacheron Constantin. Lejos de dormirse en los laureles tras el éxito mundial de su primer álbum, optó por explorar nuevos territorios musicales y reinventarse con un segundo álbum, arriesgado y sofisticado, que combinaba sonidos rock y soul.
En palabras de Laurent Perves, Director de Marketing de la Casa: “Los mundos en los que actúan estos talentos son dominios en los que Vacheron Constantin tiene una legítima y relevante presencia que se remonta en el tiempo. Lo más importante, tanto en su trabajo como en el nuestro, es trascender a los objetos para generar emociones.”
Estos inspirados artistas han participado en la dirección artística de la nueva campaña de comunicación. “Es la primera etapa de un proyecto más amplio que entraña una cooperación creativa con cada uno de estos talentos, y con otros que se sumarán”, a rma Laurent Perves. “Estos encuentros personales y artísticos están innegablemente en sintonía con los que han jalonado la historia de la Casa desde 1755.”
Las imágenes de la campaña, fotogra adas por Phil Poynter, muestran el arte y el saber hacer de estos talentos en pleno proceso de creación. De una imagen a otra, la intervención humana deja su huella personal, ajustando las proporciones, controlando el enfoque o a nando un instrumento, de una manera inconfundiblemente similar a la de los artesanos y maestros relojeros de Vacheron Constantin.
Dirección Creativa: Volker Gehr
Dirección artística: Pierrick Jegou, Alexa Chessex
Fotografía y lmación: Phil Poynter
Localizaciones: Capitol Studios Los Ángeles, Abbey Road Studios Londres, Palais Royal París, Vasquez Rocks California.
BENJAMIN CLEMENTINE
2013 fue el año en el que Benjamin Clementine, que ya en aquel momento podría haber pasado perfectamente por una consumada estrella, apareció como salido de la nada. Esta expresión describe con bastante acierto la peripecia vital de un joven con un complejo proceso formativo, que le llevó de aprender a tocar música clásica de manera autodidacta cuando era un niño, a convertirse en uno de los más irresistibles e inimitables artistas de los últimos tiempos. Alabado por su oficio y singularidad, el álbum de debut de Clementine, At Least for Now, que consiguió un disco de platino por sus ventas, recibió el prestigioso premio Mercury 2015 en el Reino Unido, junto con el Victoire de la Musique en Francia. Tras su posterior colaboración con Damon Albarn en el álbum de Gorillaz Humanz, galardonado con un Grammy, Clementine presentó su largamente esperado segundo álbum I Tell A Fly en 2017. Íntegramente escrito, grabado y producido por el propio artista, I Tell a Fly explora el mundo que le rodea a través de la historia personal de Clementine, que en el proceso se desvive por encontrar sentido a ambos. El resultado fue un álbum tan compasivo y empático como airado, satírico y crítico, que fue acogido con triunfales críticas y giras con todas las entradas vendidas, incluso en el concierto en el Canergie Hall de Nueva York, mientras que NPR declaraba que Clementine era ‘el George Orwell musical de nuestra época’.
JAMES BAY
Formado como músico con una dieta de Eric Clapton y Michael Jackson, James Bay fue un purista del blues en su adolescencia, hizo sus pinitos como aprendiz musical aprovechando las sesiones para espontáneos en clubes, y se presentó ante el gran público en 2015 con una serie de conmovedoras y exultantes canciones pop, como “Let it Go” y “Hold Back the River”, incluidas en su álbum de debut, Chaos and the Calm. Acogidas inmediatamente como himnos por el público, las canciones, que habían sido grabadas en Nashville, granjearon a su autor nominaciones a los Grammy, un premio Ivor Novello, la aprobación de GQ y un reconocimiento universal que le llevó de premios en las categorías de mejor artista novel en 2015 a triunfos al año siguiente como mejor artista en solitario y mejor artista masculino en los Q Awards y en los BRITS. No obstante, cuando Bay salió a la carretera con su música, sus canciones demostraron que no eran meras composiciones arti ciales diseñadas para ocupar los primeros puestos de las listas de éxitos, que eran obras palpitantes, brillantes, vibrantes, llenas de vida, con las que el público saltaba enardecido… y lloraba de emoción. El público agotó las entradas de sus conciertos en todo el mundo, incluso en sus grandes giras en Estados Unidos y el Reino Unido, y Bay además actuó en los principales escenarios de los más prestigiosos festivales. Pese a todo, al volver a casa al nal de las giras de 2016, Bay sintió el impulso de explorar una serie de nuevas direcciones, a medida que las primeras canciones del nuevo disco empezaban a surgir a borbotones; en ese momento fue consciente no solo de que tenía que dejarse llevar a los lugares inesperados a los que sus ideas le estaban arrastrando, sino que se sentía verdaderamente emocionado por las posibilidades que se abrían ante él. En el año 2018, el al espíritu de evolución que tanto aprecia James Bay, nos presenta Electric Light, obra forjada con la ayuda del calor blanco de la innovación, que le ha permitido dar forma a las intensas emociones humanas que todos hemos sentido alguna vez.