La FHH (Fondation de la Haute Horlogerie) recientemente publicó un estudio de las tendencias que marcan el 2018, según criterios técnicos y estéticos. Esto es lo que arroja el reporte:
El uso del acero es un factor dominante, incluso marcas de alta gama como Patek Philippe han recurrido a este material, el objetivo es penetrar en un público más joven, hacer piezas con un precio asequible para -casi- cualquier bolsillo, claramente hay marcas que siguen siendo sinónimo de alto poder adquisitivo.
También existe un gusto por el uso del titanio, cualidades como la ligereza y el posible acabado que le dan los relojeros son atributos que valoran los aficionados de la relojería.
La ostentosidad ha dejado de dominar la industria relojera, los relojes que vimos hace algunos años repletos de diamantes, en oro y con mucho bling bling han dejado de mostrarse en las principales ferias relojeras.
Muchas marcas han optado por presentarle al cliente una manera de personalizar su reloj, a través de correas en diversos colores o materiales. Todo a favor del usuario.
Los colores sobrios y básicos permanecen pero ahora se suma diversidad en colores. Las marcas -aún las más conservadoras- se aventurar a poner un toque colorido a sus colecciones.
Los relojes vintage no pasan de moda, incluso son valoradas por el público, un poco de historia en la muñeca siempre es divertido, incluso para entablar una conversación. Algunos llaman a este boom una falta de imaginación por parte de las casas relojeras.