Blancpain, una marca emblemática en la alta relojería que empezó a escribir su historia desde 1735. La conocemos por la calidad, lujo y artesanía excepcional. Uno de sus modelos más cautivadores es el reloj Ladybird, una exquisitez diseñada para la mujer que aprecia la elegancia y la sofisticación en cada detalle. En cualquiera de sus versiones podrás encontrar el tuyo en Peyrelongue Chronos.
En 1956 fue el lanzamiento de esta colección, un momento crucial en el cual las mujeres ya empezaban a reclamar su lugar en el mundo de la moda y en su autonomía. Blancpain supo cómo hacerlo, presentó un reloj que celebraba la belleza y el empoderamiento femenino. Desde entonces, el Ladybird ha evolucionado, manteniendo su espíritu original mientras se adapta a los gustos contemporáneos.
Mi propuesta es un reloj con la tradición suiza, bellos acabados artesanales, materiales como la madreperla, los diamantes y un toque de color en las diferentes versiones. La carátula carcaterística de la firma, muestra los índices multicolores y las fases lunares, una complicación muy apreciada por Blancpain.
El reloj Lady le cede el protagonismo a la mujer, a la de personalidad cautivadora y que se deja seducir por la excelencia. Cada detalle de este modelo muestran un excepcional savoir-faire relojero al tiempo que incorporan un aspecto lúdico.
Las horas, en números romanos, desafían las convenciones y se muestran en diferentes tamaños. Más prominentes en la parte superior de la carátula, se vuelven progresivamente más discretos en la parte inferior para ofrecer una estética impecable.
Para lograr ese nivel de profundidad que se aprecia en cada uno de los índices de tonos animados se requieren cinco capas de color. La sutil asimetría de la carátula se adorna a las 6h con la indicación de fases de la luna con rostro femenino, que parece flotar sobre el nácar perlado que la compone gracias a la luminosidad, la profundidad y los contrastes únicos que ofrece este material minuciosamente seleccionado.
La caja resguarda 59 diamantes engastados, también se engalana con 70 diamantes de talla brillante engastados a mano en dos círculos, que confieren más brillo y un cautivador juego de luces. A esta belleza se le suman piedras en la corona y la hebilla, los diamantes superan en total los 2 quilates. El resultado es un conjunto equilibrado, con un rostro cálido y amable que invita a contemplarlo.
Las correas son parte del dinamismo, en color azul, verde, amarillo, blanco, azul marino, rosa, todas en perfecta armonia con los toques de color en la carátula. Cuenta con hebilla o cierre desplegable se pueden cambiar de forma rápida y sencilla sin necesidad de herramientas para adaptarlas en un abrir y cerrar de ojos al estado de ánimo del momento.
Si lo que buscas es un reloj femenino y excelencia técnica, Ladybird es para ti. Te cuento algo, la epopeya del reloj de mujer de Blancpain está estrechamente ligada al empeño de una mujer en particular: Betty Fiechter, que a principios de los años 1930 se convirtió en la primera directora de una maison relojera. Su inteligencia y su espíritu visionario allanaron el camino a los relojes-joya de la marca, que acabaron granjeándose un amplio prestigio internacional.
Por cierto, este reloj late al ritmo del calibre 1163L, las fases lunares -como ya te dije anteriormente- es importante para la marca. Tras la crisis del cuarzo, en 1983 Blancpain reintrodujo esta complicación, con ello demostró que un reloj mecánico daba fe de un savoir-faire extraordinario y que el cuarzo nunca podría sustituir una creación relojera mecánica compleja, convirtiéndose así en el símbolo del renacimiento de la relojería mecánica.
Cuenta con una autonomía de 100 horas y su masa oscilante está calada y decorada a mano con técnicas tradicionales de la Alta Relojería, como el perlado, el biselado y las Côtes de Genève, puede admirarse a través de un fondo de cristal de zafiro.
La variedad en los diseños de la colección Ladybird es impresionante. Desde modelos sencillos hasta aquellos con complicaciones adicionales, cada reloj es una obra de arte. Las correas, disponibles en suave cuero o en sofisticado acero inoxidable, ofrecen la posibilidad de personalizar el reloj, permitiendo que cada mujer exprese su estilo personal.
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