En el mundo de la escritura fina, un icono ha sobresalido durante un siglo, un símbolo inconfundible de distinción y artesanía excepcional: la Pluma Meisterstück de Montblanc. Este año, nos vestimos de gala para conmemorar el 100º aniversario de una obra maestra que ha definido el lujo en términos de instrumentos de escritura. Una de las celebraciones es la Colección cápsula Meisterstück 100 Years Anniversary.
Habría que festejar el aniversario de un ícono, un instrumento de escritura que ha mantenido su valor, de hecho su evolución ha sido impecable, si, me puedo permitir esa palabra porque lo es.
La colección de piel de Montblanc incorpora dos nuevas cápsulas en honor del centenario, ambas se inspiran en los detalles del diseño de la pluma estilográfica a lo largo de su siglo de historia, rinde homenaje con nuevas formas contemporáneas, colores clásicos y atemporalidad.
El talento de Marco Tomasetta se manifiesta en los acabados como el brillo de la piel que nos recuerda resina de la pluma Meisterstück. Detalles como los tiradores de las cremalleras, que evocan la forma del plumín de la pluma estilográfica.
“En honor del centenario de nuestra emblemática pluma estilográfica, las últimas cápsulas de artículos de piel Meisterstück interpretan características distintivas de este icónico artículo de escritura, como el plumín y la resina preciosa, con un toque delicado y sensual”, Marco Tomasetta, director artístico de Montblanc.
La primera cápsula para el centenario presenta el perfil del Mont Blanc, un detalle de diseño característico de los anuncios de la Maison en la década de 1920 y del logotipo inicial de la Meisterstück, que adornaba los primeros modelos del artículo de escritura. El sofisticado color negro de la cápsula adorna los bolsos tote medianos y mini, así como el minibolso, en un armonioso contraste con el bolsillo de parche de color arcilla con un repujado del perfil de la montaña.
La gama de artículos de piel pequeños, que incluye una cartera para seis tarjetas de crédito, un tarjetero con tres ranuras y un monedero, destaca por el repujado del perfil de la montaña en la piel negra brillante.
La segunda cápsula recupera un color de los archivos de Montblanc, un vistoso color coral, un guiño a los primeros artículos de escritura de la Maison de las décadas de 1910 y 1920, como la colección Rouge et Noir y la Meisterstück.
Con un toque vintage se ha jugado con los colores para una gama de tres piezas: una cartera para seis tarjetas de crédito y dos tarjeteros con dos y seis ranuras respectivamente, con exterior negro e interior coral. El emblema Montblanc blanco también se ha reinterpretado con un fondo en color coral.
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