El nuevo Carrera Heuer-02T de TAG Heuer es una demostración de que la elegancia puede ir de la mano de un estilo contemporáneo. Un reloj que se suma a la lista de cronógrafos con alta fiabilidad que ofrece la marca de origen suizo.
El éxito lo marcó el Carrera Heuer-01 coronándose como el reloj cronógrafo 100% manufactura a un precio sorprendentemente competitivo. Hoy, también se suma el Carrera Heuer-02T con un movimiento cronógrafo automático certificado por el COSC y presume un tourbillon volante de carbono y titanio.
La tecnología de punta, la precisión, diseño, rendimiento y calidad pueden lucir en tu muñeca a través de un reloj que gracias a su precio te acerca la alta relojería. En la industria hoy es el único cronógrafo automático con tourbillon certificado por el COSC (un organismo de certificación independiente que garantiza que el cronómetro cumple con los más exigentes estándares de exactitud del mercado) con un precio inferior a los $280,000 y si hablamos de la versión Black Phantom, cuyo precio es de $375,000 pesos es una edición limitada de 250 unidades.
En el desarrollo de este cronógrafo se partió de la base del cronógrafo CH-80 para interpretar dos de las complicaciones relojeras más tradicionales: el cronógrafo (uno de los puntos fuertes de TAG Heuer) y el estéticamente atractivo tourbillon.
Un reloj que late a 28.800 alternancias por hora, el mayor reto técnico consistía en alojar un solo barrilete, las funciones del cronógrafo, el mecanismo de cuerda automática y el tourbillon volante en un diámetro de 32 mm, de forma que la disposición de los contadores le diera al reloj un aspecto moderno y equilibrado.
Para ello, se desarrolló en los talleres de TAG Heuer en Chevenez un marco industrial que permitiera optimizar el ensamblaje, en el que cuatro relojeros elaboran a mano un tourbillon ligero, inspirado en el tourbillon del Monaco V4, con secciones centrales de titanio y parte superior de carbono y dotado de una reserva de marcha de más de 65 horas.
La caja está realizada en titanio de grado 5, material ligero y muy resistente a los golpes. Está conformada por 12 componentes modulares; un visión bien pensada a futuro para que tenga una enorme gama de posibilidades, materiales, colores, acabados, todo se puede trabajar sobre ella.
Para finalizar, se acompaña de una correa de piel de cocodrilo negra cosida sobre caucho, que le proporciona el aspecto refinadamente deportivo característico de TAG Heuer.
Este cronógrafo nos da la oportunidad de sumergirnos hasta 100 metros.