“¿Por qué usar un reloj cuando puedo ver la hora en mi teléfono?” ¿Cuántas veces has oído esta frase? Partimos de que si estás leyendo este artículo, es porque te gustan los relojes. Claramente la industria relojera es un negocio, pero ¿sabes? Encierra muchos valores que valoro valoro desde el momento que entré al mundo de los relojes.
Antes, la gente no podía tomar su teléfono y ver qué hora era, no había opción, tenías que portar un reloj si no querías que el ritmo de tu vida se convirtiera en un caos.
Los relojes de bolsillo, y más tarde los relojes de pulsera que eran utilizados por mujeres. Durante la Primera Guerra Mundial la solución de llevarlos en muñeca permitía mayor efectividad, comprobar el tiempo en medio de una batalla era crucial, planificar los ataques, de hecho, los relojes en cabina también fueron una solución.
Hoy las razones para usar un reloj han cambiado, y para quiénes me dan el argumento que ahora se han convertido en objetos obsoletos les respondo con un “depende”. Un reloj mecánico sigue cumpliendo su función, y lo seguirán haciendo durante las próximas décadas. La mecánica y estética sigue siendo parte de su atractivo, y podría ser más romántica y nombrarlos “objetos emocionales”.
Ahora bien, hablemos de la justificación que podrías darte para hacer un gasto significativo sin sentir ningún tipo de culpa. He preparado algunas razones por las cuales deberías darte el gusto de sentir un tic tac en tu muñeca.
¡Aquí vamos!
- La primera razón por la cuál deberías comprar un reloj de alta gama (eso significa un mayor precio) es porque te gustó, así, sin mayor justificación. Se te cruzó en el camino y no dejas de pensar en él. Vamos a ver, yo podría darte los argumentos para venderte algo, pero partimos de que no te gusta el oro rosa, dale la vuelta y confía en lo que te hace vibrar desde el primer momento que lo viste. No temas al juicio de otros.
- Un reloj mecánico y automático es el testimonio de la evolución mecánica y hazañas en ingeniería. Para llegar a tus manos el reloj que será tuyo, fueron necesarias soluciones técnicas para lograr la mayor precisión, ensamblar cientos de diminutos componentes, todo para trascender a nivel de cronometraje.
- Es una extensión de tu personalidad. El reloj, sobretodo en hombres, es un revelador de tu personalidad, incluso, podríamos decir que es un potente indicador de estatus.
- La relojería tradicional no se extinguirá. Las mejores marcas relojeras son sobrevivientes de muchos retos históricos que se han vivido en la industria, la “crisis del cuarzo” por nombrar solo una. Actualmente, pese a la revolución tecnológica, la gente sigue usando un reloj, aprecian la belleza y valoran las complicaciones. Con mucho gusto te comparto que México goza de un buen nivel de cultura relojera y existen coleccionistas importantes a nivel mundial, eso es parte de la retroalimentación que los altos representantes de las marcas han compartido conmigo.
- Sigue siendo un legado. Bonita costumbre la de trasmitir tu gusto por lo relojes con tus hijos y tus nietos, un buen regalo (o gusto caro) que trasciende a través de las generaciones. Presumir el Patek Philippe de abuelo, el Rolex de tu padre, es un buen ejercicio de conexión sentimental.
- Amas el arte. Ya sé, podrás decirme que el arte es subjetivo, tienes razón. Por ello, me atrevo a decir que los relojes de cierta gama se convierten en un lienzo en donde a creatividad se despliega, ya sea en la parte estética o en el corazón de tu reloj. La complejidad del mecanismo de un reloj es muy interesante, la perfecta sincronía de engranes, escape, volante, etc. Y si hablamos de que muchos procesos se llevan a cabo a mano y pueden tardar en producir un solo reloj en 9-10 meses… ¿Ahora entiendes su valor verdad?
- Te recuerda tus propios logros y además, te durará por varias generaciones (claro, siempre y cuando cumplas con sus periodos de mantenimiento). Regálate un reloj, hiciste un esfuerzo y lo puedes compensar con un objeto que además si eliges bien, ¡puede ser una buena inversión! No es una casualidad cuando hablamos del valor de los relojes Patek Philippe, confían tanto en lo que hacen que bien dicen que no eres el dueño de tus relojes, simplemente los estás cuidando para la próxima generación.