No es ningún secreto que la última década ha sido uno de los altibajos para la industria de relojes de lujo, gracias a las crisis financieras, auge económico y cambios en los hábitos de gasto. Y mientras que un regreso a los máximos anteriores puede ser imposible, el consenso es que los relojeros del mundo tendrán que hacer cambios significativos para garantizar el éxito continuo.
Un desafío es descubrir cómo atraer nuevos compradores más jóvenes. Atraer a un millennial para gastar el salario de tres meses en un reloj hecho a mano es sin duda difícil en la era de las “experiencias, no cosas”.
La percepción de la falta de interés en los relojes entre los jóvenes es “un mito”, según el informe de ventas de joyas y relojes, publicado por la empresa de investigación de mercados Mintel; en donde confirmó que la Generación Z, definida aproximadamente como las nacidas a partir de mediados de los 90 en adelante es el más entusiasta de todos los grupos de edad en relojes.
El informe mostró que uno de cada cinco jóvenes de 16 a 24 años de edad pensaba comprar un reloj “en los próximos meses”, así como un porcentaje similar de los que tenían entre 25 y 34 años.
La demanda de relojes clásicos sigue siendo fuerte entre los compradores más jóvenes.
El interés en los relojes entre los compradores jóvenes se ve impulsado en gran medida por los bloggers y las redes sociales, los cuales tienen una gran influencia en las decisiones de compra de los jóvenes.
Las marcas de lujo ahora invierten fuertemente en estrategias de redes sociales, campañas de mercadeo enfocadas en la juventud y plataformas de venta minorista en línea. La generación joven ve marcas en Instagram.
Antes de que los jóvenes inviertan su dinero, quieren estar seguros del impacto ambiental y de cómo se obtiene el producto. Por lo que es primordial que un producto ofrezca traer una experiencia al consumidor. Hay mucho más equilibrio para la nueva generación entre la experiencia que brinda un producto y el orgullo de ser propietario.
Sin embargo, lo mejor de esta tendencia es que probablemente no sea una tendencia en absoluto. Gracias al auge de los blogs, los foros y las redes sociales, los clientes son más educados y exigentes que nunca, y parece que el mundo de los relojes finalmente se está dando cuenta.
Los relojeros deben trabajar arduamente para atraer a los consumidores del siglo XXI y explicar por qué el reloj mecánico sigue siendo un objeto por el que merece la pena entusiasmarse.